Sé que parece inconsciente
esto de ver el menú,
mientras disfruto en mi mente
el sabor casi tabú.
Café dulce floreciente
chocolate en paspartú,
como un abrazo sonriente
que en un beso me das tú.
Ya no hay nada de inocente
en tu mirada vudú
que me llama fijamente
aunque no mire el menú.