No importa lo que diga
ni cuanto yo me cuide.
Otra vez la banquina
a mi corazón pide.
Una atracción divina,
Hasta un tanto sublime,
me transporta de prisa
y de nuevo consigue.
Descarriarme la vida
sin siquiera decirme,
con solo una sonrisa
otra vez me pudiste.
Muchisimas Gracias por la magia de tus letras, Mai.
Bellisimo poema que nace de tu corazón, de la parte mas pura y sublime, la mas hermosa, la que atesora el mayor de los poderes: el amor verdadero y noble que eleva el espiritu del hombre para hacer trascender su propia existencia.
Un abrazo grande te envío, Mai,
Pat
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