Te odio porque eres así
desde la primera vez que te vi.
te odio porque en serio no hablas,
porque juegas a no decir nada.
Te odio por hablarme,
porque solo quieres cautivarme.
te odio por enamorarme,
cuando ni siquiera tienes que importarme.
Te odio porque te miro y te deseo,
porque eres como en el cielo un paseo.
te odio porque eres como oscuras canciones,
que desatan todas mis pasiones.
Te odio porque no te tengo,
porque no sé cómo decírtelo.
te odio porque no te entiendo,
porque te acercas y te alejas…
Te odio porque lo he comprendido,
aunque no lo haya querido.
te odio porque siento…
siento que te quiero.
…Entonces…
¡Te odio porque te quiero!