Quiero que un día, inconscientemente
Escribas mi nombre una y otra vez,
Sin pensarlo tanto, como siempre,
En hojas del cuaderno que inventé.
Quiero que te encuentres, simplemente
Lejano y descansando, pensando
En ella, mi sonrisa complaciente
Que surge de tu rostro lejano.
Quiero que mires atentamente
Otros ojos para ver los míos
Retratados tan cálidamente
Como el pasto al sentir el rocío.
Quiero que escuches tranquilamente,
El mar, las estrellas y la luna
Pero que tú oigas pacientemente,
Mi voz, dulce sonora y oscura.
Quiero que tú vivas en tu mente
Cada recuerdo, cada sensación,
Para quererlo, intensamente
En tu futuro tan prometedor.
Y ese día, tan sólo ese día,
Quiero que te acerques a mi lado,
Me hables con nervios y con simpatía,
Como el actor sin sus líneas, sobre amor.
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